PABLO IBARRA, FOTÓGRAFO ALTEÑO
Presentación Editorial
Universidad DeLaSalle Bajío a 30 de agosto de 2016.
A las 18 horas del día martes, se llevó
a cabo dentro del auditorio “María Lozano” (en el interior del plantel
educativo), la presentación editorial del libro “Pablo Ibarra, Fotógrafo
Alteño” escrito por Gutierre Aceves, director de la Casa Clavigero en la ciudad
de León, quién se dedicó a recopilar información relevante sobre este artista
que retrataba elementos de la vida cotidiana durante la época de la Guerra
Cristera.
El libro proyecta la vida de diversos
personajes habitantes del pueblo de Arandas, Guanajuato en dicho tiempo. A
pesar de que los negativos de estas bellas fotografías se encontraban
resguardados bajo el poder de la hija de Pablo Ibarra, Bertha Gutiérrez, ella
se mostró feliz de brindar un aliento fresco a lo que su padre se había
dedicado durante su vida y publicarlo ante el mundo.
La fotografía es una forma de
inmortalizar momentos de situaciones simples en la vida o brindar un mensaje,
lo cual Pablo Ibarra logró transmitir perfectamente el sentido innato de la
época el cual hoy está causando conmoción de nuevo gracias a la iniciativa de
Gutierre Aceves.
El tiempo de trabajo fotográfico de Pablo Ibarra fue de 1824 a
1926 tal como Gutierre indicó en su discurso, lo cual dejó como legado una
imagen de la cultura mexicana completa ya que capturaba las actividades más
comunes y básicas de la Guerra Cristera.
Con ayuda de los investigadores Arnulfo
Salazar y Daniel Gutiérrez, se lograron recuperar 70,000 placas en el hogar de
Bertha Gutiérrez junto con datos de los habitantes de aquellos años que
entraron en contacto directo con Pablo para capturar un momento con su cámara.
Luis Caballo, fotógrafo profesional, ha
ayudado a la selección y categorización como filtro de fotografías para
optimizar el sentido de una buena exposición.
“Es un libro bien hecho, bien diseñado,
con buen contenido” – Puntualizó Gutierre durante su discurso.
Finalmente, el libro consta de una
exposición de la vida mexicana en los inicios del siglo XX destacando la
estética y denotando la vida tal cual era en ese periodo, haciendo de Pablo
Ibarra un ícono de la fotografía mexicana que es nuestra obligación como
mexicanos resguardar y difundirla para que culturas de otros lados del globo
conozcan lo que éramos en esos años.